Imágenes de la inauguración de la muestra en la galeria "pasaje 17" el 4 de marzo 2009,ubicada en Bartolomé Mitre 1575,Pasaje de la piedad,timbre 17,Buenos Aires.
la muestra podrá visitarse hasta el 27 de marzo de lunes a viernes de 11 a 14 y de 15 a 19 hs.
domingo, 15 de marzo de 2009
Texto del curador de la Muestra : Héctor medici
Mediaciones
Sabemos que la historia de las técnicas instrumentales está fuertemente hermanada con la de las prácticas artísticas y los oficios vinculados a las mismas. De una manera o de otra, las mediaciones que implican los instrumentos elegidos por los artistas repercuten en los recursos expresivos y quizás sea esta elección uno de los gestos definitorios de una obra. Pero esto implica cierto problema: ninguna de estas obras puede legitimar su condición artística por el sólo hecho de haber elegido el instrumento o la factura adecuados. Pareciera necesitar el obstinado aporte personal -certezas y dudas- del sujeto que lo realiza.
De hecho muchos artistas, desde Leonardo hasta Duchamp, han tratado de deslindar los ámbitos de lo manual y de lo conceptual en las prácticas que llamamos artísticas. Ellos advierten, tanto en sus realizaciones como en su teoría, sobre el difícil tránsito hacia la autonomía que implica el gesto artístico respecto al artesanal o el científico y sus obras están impregnadas de un sutil pero insistente distanciamiento de los clichés del método y de las rutinas laborales.
Esta herencia crítica es retomada por muchos creadores contemporáneos, concientes de los signos que emiten por su propia cuenta las mediaciones y los instrumentos elegidos, tanto aquellos que nos impone la tradición como el arsenal de recursos tecnológicos cada vez más complejos y sofisticados.
Jorge Bertero, con sus herramientas transformadas, realiza una sugerente revisión del concepto mismo de instrumento condenado a su pura utilidad. Mediante curiosas mutaciones lo redime de su practicidad y nos sugiere, con ironía, la existencia de un universo medido desde otro lado, o, más aún, la imposibilidad de toda medición.
Laura González, desde la tradición del grabado, exhibe una serie de papeles impresos con técnicas de collagraph y fotopolímeros, donde se interroga sobre la frágil condición humana, sobre los límites imprecisos e inciertos de todo saber y donde claridades y obscuridades participan acertadamente del medio expresivo y de su materialidad.
Lorena Vázquez extiende la técnica de la punta seca a un ámbito de carácter instalacionista, modulando sus estampas impresas con alambres de púa con el espacio vacío de la pared y recordando -con gesto despojado- las barreras, los límites arbitrarios y la abrumadora violencia presente en el paisaje cotidiano.
Hector Medici, curador
Sabemos que la historia de las técnicas instrumentales está fuertemente hermanada con la de las prácticas artísticas y los oficios vinculados a las mismas. De una manera o de otra, las mediaciones que implican los instrumentos elegidos por los artistas repercuten en los recursos expresivos y quizás sea esta elección uno de los gestos definitorios de una obra. Pero esto implica cierto problema: ninguna de estas obras puede legitimar su condición artística por el sólo hecho de haber elegido el instrumento o la factura adecuados. Pareciera necesitar el obstinado aporte personal -certezas y dudas- del sujeto que lo realiza.
De hecho muchos artistas, desde Leonardo hasta Duchamp, han tratado de deslindar los ámbitos de lo manual y de lo conceptual en las prácticas que llamamos artísticas. Ellos advierten, tanto en sus realizaciones como en su teoría, sobre el difícil tránsito hacia la autonomía que implica el gesto artístico respecto al artesanal o el científico y sus obras están impregnadas de un sutil pero insistente distanciamiento de los clichés del método y de las rutinas laborales.
Esta herencia crítica es retomada por muchos creadores contemporáneos, concientes de los signos que emiten por su propia cuenta las mediaciones y los instrumentos elegidos, tanto aquellos que nos impone la tradición como el arsenal de recursos tecnológicos cada vez más complejos y sofisticados.
Jorge Bertero, con sus herramientas transformadas, realiza una sugerente revisión del concepto mismo de instrumento condenado a su pura utilidad. Mediante curiosas mutaciones lo redime de su practicidad y nos sugiere, con ironía, la existencia de un universo medido desde otro lado, o, más aún, la imposibilidad de toda medición.
Laura González, desde la tradición del grabado, exhibe una serie de papeles impresos con técnicas de collagraph y fotopolímeros, donde se interroga sobre la frágil condición humana, sobre los límites imprecisos e inciertos de todo saber y donde claridades y obscuridades participan acertadamente del medio expresivo y de su materialidad.
Lorena Vázquez extiende la técnica de la punta seca a un ámbito de carácter instalacionista, modulando sus estampas impresas con alambres de púa con el espacio vacío de la pared y recordando -con gesto despojado- las barreras, los límites arbitrarios y la abrumadora violencia presente en el paisaje cotidiano.
Hector Medici, curador
sábado, 14 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)